Banco de carpintero (shaving horse)

Banco de carpintero (shaving horse)

Este es uno de esos proyectos que empiezas un día sin tener muy claro cuando lo terminarás. Hace unos años en el curso de construcción de arcos, además de conocer al maestro García Oliva al que nunca me cansaré de escuchar, tuve en mis manos herramientas que nunca había usado y descubrí que algunas no solo son interesantes, sino casi imprescindibles para llevar nuestros pequeños o grandes proyectos adelante de forma cómoda y segura pudiendo disfrutar cada momento de esos pequeños ratos que les dedicamos.

Mi complicación inicial era el propio concepto que tenía en la cabeza. Podía haberme dirigido a cualquier maderera o tienda de bricolage y simplemente comprar la madera cortada, atornillarla y montar un banco de carpintero en apenas unas horas, pero como no estamos aquí para hacer lo que todo el mundo, tenía en mi cabeza el llevarlo a cabo con materiales lo mas naturales posibles. Esto no es solo un excéntrico capricho, sino que como amigo de aprender a hacer de todo en todas sus fases, decidí conseguir por mi propia cuenta la madera del entorno natural, arrastrarla a mi taller, procesarla y sacar lo necesario para llevar algo así adelante.

En una de mis salidas aprovechando que tenía que realizar unos trabajos en nuestras fincas, comprobé como el los terribles incendios que sufrimos en la comarca hace unos años, habían no solo convertido en cenizas gran parte de la flora (y algo de fauna) sino que trajo consigo una curiosa consecuencia.

Al ser una zona de montaña, los fuertes vientos que a veces nos visitan y que a veces pueden tirar algún arbol, habían conseguido un efecto «Tunguska» en zonas del bosque. Las raízes y los troncos habían sufrido las consecuiencias de los inciendios en forma de debilitamiento generalizado, cayendo a plomo como si fueran palillos.

A menudo encuentro abedul caído. No es el árbol mas resistente que te puedas encontrar, pero no pasaba solo con esa especie. Algunos otros sufrían la misma suerte

En una zona concreta, ví lo que podría ser un haya bastante recto, que parecía haber sido quebrado como si fuera una pajita, eso sí, en el desgarro se podía ver que el fuego había secado parte de su tronco y lo había debilitado. Mas adelante vería que efecto curioso me reservaba esa madera carbonizada con el paso de los meses y el efecto de los elementos.

Con ayuda de Gerardo, cortamos la parte que necesitaba y la dejamos secando unos días hasta decidir como transportarla hasta mi taller.

Semanas mas tarde, conseguimos bajarlo. Gracias Javi por el nuevo banner del blog y por ayudarme en esta loca idea.

Una vez en casa, medimos y planificamos el corte y las dimensiones de la bancada

Retiramos parte de la corteza que no necesitaré, aunque decido dejar parte de ella para que se pueda ver al final. El efecto rústico me parece que le dará un toque muy personal.

Tras separar en dos el tronco por la mitad, toca la primera sesión de cepillado para dejar la superficie lisa y poder empezar a plasmar medidas y el croquis sobre esta.

Después, mido el grosor longitudinalmente para conseguir un tablón recto y uniforme.

Luego toca trabajar el otro lado para conseguir el tablón que conformará la bancada o cama. Hay grietas a lo largo de este pero es algo de lo que puedo ocuparme mas tarde con una unión de mariposa.

El tablón quedará meses secando dentro del taller para estabilizar la madera. Las grietas importantes son asentadas con mariposas para evitar que siga rajando en el proceso de secado.

Un banco necesita patas. Para este fin, aprovecho unos trozos de abedul y nogal que tenía en el taller de otras ocasiones. El nogal se nos secó hace un año y tenía trozos guardados como oro en paño. Al ver el resultado agradezco un millón tan buena idéa.

La diferencia en el color y el veteado de estas dos maderas es considerable. El nogal es espectacular.

Toda la madera que he empleado sin excepciones ha sido tratada antes del acabado final a para evitar xilófagos, así me evito sorpresas en el futuro con parásitos en la madera. Los los agujeros los sello con cera que tras el lijado quedan casi completamente ocultos

Cada pata tendrá su ajuste para cada lugar. De esa forma, no cojeará, así que marco cada una de ellas. Al final el conjunto queda super robusto y no se mueve un solo milímetro pese a no estar encoladas.

Realizo los orificios para las patas con la inclinación hacia los exteriores que le dará equilibrio y solidez al conjunto. Eliminamos la parte que sobra con una sierra japonesa y que con el lijado final quedará la superficie a paño.

Etiqueto cada pata con su posición y una marca para que su ajuste sea perfecto. El conjunto será desmontable para poder guardarlo ocupando el espácio mínimo. Mas adelante lo mostraré mejor

Realizo a continuación el pase para la columna que atravesará el banco.

Tras el cepillado para igualar la superficie, ya vemos los primeros resultados

Pasamos a continuación a realizar el pedal y la superficie de trabajo. He cepillado este tablón de nogal para hacer esas dos piezas.

Las grietas causadas por un mal secado de la madera, las reparo con unas mariposas que quedarán ocultas y evitarán que la madera, siempre viva, siga rajando.

Decido que ese nudo quedará genial en el pedal, así que vamos allá. Mido, marco, mido y corto.

Recortado de la pieza y realizando el encaje del mastil. El nogal es una madera espectacular para trabajar.

No me termina de convencer los diseños clásicos que pasan una varilla por el medio de la superficie de trabajo, así que instalo unos soportes para engranar la columna central

El adhesivo y los pasadores quedarán enrasados, casi inapreciables

LLijado y listo para continuar.

Paso a realizar los rebajes en el mastil que encajarán con la cabeza y el pedal.

Después realizo los agujeros que permitirán ajustar el grosor del material con el que trabajar y la altura del pedal

Para ajustar las alturas y configuración del conjunto, torneo unos pasadores

Con esto terminado, paso a hacer la cabeza pivotante. Para ello, empleo un trozo de la misma madera del tronco que bajamos del bosque.

El hollín y la carbonilla se ha ido filtrando en las vetas de la madera a causa de la lluvia y la intempérie, dándole caprichosas formas al veteado.

Realizo el encaje con la columna del banco y un pasador que lo cerrará.

Cepillado, lijado, una mano de barniz incoloro para proteger la madera y este es el conjunto desmontado.

Detalle de la muesca y el etiquetado de las patas

Patas instaladas

Banco de pié. Lo he hecho a mi gusto en altura y longitud. Otros bancos que he probado se me hacían demasiado cortos y bajos, así que lo he hecho a mi gusto

Superficie de montaje en su lugar

Columna y pedal instalados

Detalle de los encajes de los elementos con sus pasadores ajustables

Cabeza instalada y cerrada con su pasador. Et voilá!

El resultado me complace enormemente.

Probamos varias configuraciones y combinaciones

Y de ahí pasamos a probarlo por fin!!

Aprovecho para probar una gubia que todavía no he terminado y confío en poder mostrarla mas adelante.

Trabajar aquí es infinítamente mas cómodo que hacerlo sobre la mano o apoyando en un cepo. El sistema de deja ambas manos libres para trabajar.

Lo que habéis visto en unos minutos es el fruto de algo mas de un año de trabajo! A ratos sueltos, robándole tiempo al sueño y aprovechando momentos furtivos de escapadas al taller hasta horas intempestivas.

Te agradecería que me dejases al menos tu opinión, consejos e impresiones que te hayan sobrevenido. Ayudan a seguir animando a subir mas contenido a este modesto blog al que tanto cariño le tengo y que tan poquito tiempo le he dedicado estos años.

Próximamente según lo vaya usando, quiero ponerle cuero en la zona de contacto de la mordaza para no marcar la madera y hacerle poco a poco ajustes a mi gusto.

Un cordial abrazo y espero vuestras impresiones!

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3 comentarios en «Banco de carpintero (shaving horse)»

  1. Poco a poco que te estás haciendo un manitas ,con esas manos envolventes que tienes, jeje , un trabajo cojonudo , y muy bien detallado, un placer ayudarte en todo lo que puedo , un saludo

  2. bueno bueno…menudo currazo , y el acabado de 10 , hacia que no visitaba el blog y que buenos articulos , un saludo

    • Gracias por tus palabras Marcos. Vi que me habias comentado pero me pilló de viaje fuera de España y no pude responderte en ese momento… mejor tarde que nunca. Un abrazo y es un placer saber que nos has vuelto a dedicar unos minutos para leernos.

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